martes, 20 de julio de 2010

El Rap Nuestro de Cada Día

Me levanto cada mañana con un sonsoneo en la cabeza,
como quien despierta a la danza, la cadera y el son.
Como quien sabe que caminar es una orgía
entre el viento, mi fuerza y mil dioses,
Mil caminos posibles y una razón.
Salgo de la casa a fijarme en las calles
del barrio que vivo desde que nací
Pero se me presenta diferente cada día.
Un problema más, una solución más,
el mismo círculo vicioso.

Salgo a la esquina de don Pedro
el mafutero de la infancia, el adicto a siempre,
y pienso “como carajo dura tanto”
si mi madre y la prensa no paran de decirme
que las drogas matan, que la calle es mala.
Pedro vive agarrado del ala de cada ángel, entonces.

Paro en la luz y divagan mis preocupaciones,
Llegar a la universidad,
Pagar las deudas,
Cuidar la nena, salvar el mundo.
Quiero protestar, me falta propuesta.
Protesto.
Me quedo tranquila, ya me dio la verde para seguir.

Otra luz, otro camino,
Un deambulante sin nombre, sin casa,
sin capitalismo, sin nación,
sin vida más que aquella que le regala el sol.
Y lo veo bailando, vacilando su nota,
se la envidio, me recupero.
Me río a carcajadas de mi mundo,
Vacilo.

Entro a los periódicos con mi prensa,
la prensa que acostumbré a no indagar,
la que un día defendí y hoy le acepto
la desinformación y la pena.
Aún quiero comprarme una culebra
Y domesticar un amor.
Mi vida sigue más allá de las quejas,
por que me despierto pensando
en mi danza, cadera y son.

Hay que recoger los tiempos en un son,
vivir el paso de cada día.
Y si te aburre el movimiento de tus caderas,
revive a una nueva música.

8 comentarios:

  1. Que hostia eres la mejor me gusta esta entrada mucho mucho :)

    ResponderEliminar
  2. Rankeao el post.

    Me gusto lo de adicto a siempre, conozco un montón que son adictos a la monotonía de las drogas.

    A mi las drogas ya me empezaron a aburrir otra vez.

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias,
    Fuhrer, este escrito relata lo que viví en la mañana, desde mi casa hasta la universidad. Pero parece ya una rutina.
    Alkarah, la sociedad es una de vicio, como escribí en otra entrada. Y una sociedad consumista nos obliga a abandonar las pasiones y seguir vicios ajenos. Terminamos entonces cansándonos de todo.

    Gracias a ambos, denuevo.

    ResponderEliminar
  4. Me recordaste al deambulante de una luz de por casa. Nadie en esta vida me causa una mezcla de intriga y tristeza tan cabrona. Supongo que es como dice el comercial: "Lo malo de las drogas no es como vas a morir, sino como vas a vivir"

    ResponderEliminar
  5. Este post es simplemente GRANDE.

    A veces no apreciamos y observamos detenidamente lo que nos rodea, y cuando abrimos los ojos la vida nos ha pasado por el lado.

    Cada dia, cada momento es una oportunidad de conocernos mejor, de mirar fuera de nuestra burbuja y darse cuenta que quiza "la vida no es tan mala nah".

    ResponderEliminar
  6. Hola Yuli,
    Un deambulante, un adicto, un enfermo mental, son síntomas sociales. Si te causan intriga y tristeza es por que aún tu corazón late con anciedad. Y espero así sea siempre.

    Eugene,
    La vida es la que es GRANDE, ella nos regala todo lo que seamos capaces de apreciar. Nunca más, nunca menos. Sabio en su ciclo.

    Gracias a ambos por leer mis líneas.

    ResponderEliminar
  7. comprarme una culebra
    Domesticar un amor...

    dos imposibles.

    besos.

    ResponderEliminar
  8. Comprar una culebra no es imposible. Pero siempre en el camino de domesticar un amor, primero caemos domesticados.

    Gracias Jen por comentar.

    ResponderEliminar

Comparte tus destilos conmigo

Lo que ustedes más han leído