martes, 30 de agosto de 2011

Bajo la lluvia...

Bajo la lluvia es una de las metáforas de libertad, emoción y vida que más nos llena. Y pensarnos bajo la lluvia logra hacernos sentir mejor aunque en nuestra realidad nos cueste mucho permitirnos ese encanto. Lo que escribirá mi Aanadi en esta entrada es una fuerza motora...para seguir andando. 

Bajo la lluvia...
Con los pies descalzos dentro del fango, y con ese frío subiendo por la espinilla...
y seguir andando.

Bajo la lluvia...
Con los ojos cerrados volando a lo más alto, con los brazos extendidos para abrazar la esperanza...
y seguir andado. 

Bajo la lluvia...
Con los puños cerrados golpeando un árbol, para hacer caer sus hojas en el camino...
y seguir andando ...

Bajo la lluvia...
Con la mirada perdida en lo perdido y el amor puesto mojado sobre las ropas. Esperando la desnudes...
y seguir andando...

Bajo la lluvia...
Esperando un último beso, una última caricia, una última mentira con jugoso sabor a verdad...
y seguir andando...

Bajo la lluvia...
Gritar con el alarido más rotundo como loba en celo un te amo al viento. Y que todo acabe...
Mientras seguimos andando...

Bajo la lluvia...
Sin ropa, sin sueños, sin nada entre las manos...
Andando...

viernes, 12 de agosto de 2011

Nos hace libres



[Hace mucho tiempo un amigo (@DonCrapula) me hizo la siguiente pregunta ¿Qué es la libertad? Y no es hasta hoy que me nació el deseo de intentar responder algo tan real y metafórico a la vez. Claro, todo con mi estilo particular de filosofía poética o su intento]

Cuando miramos el cielo indudablemente la sensación de ser libres entra en nuestro ser. Pero, ¿qué es eso? ¿Un sentimiento? ¿Un estado de conciencia? ¿Todo y nada a la vez? Es la libertad física, mental, emocional o divina. Nunca sabremos. Sólo es cuestión, de sentirla…

Una pared en blanco, nos hace libres,
porque en ella podemos pintar el futuro que queremos.
Una silla vacía nos hace libres,
porque podemos sentar en ella cualquier distancia.
Un abrazo nos hace libres,
porque en el momento necesario, ese nos llena.
Una mirada nos hace libres,
porque en ella cabalga hacia nuestra alma el amor.
Una enfermedad nos hace libre,
Porque en la necesidad de salud rebuscamos la vida poco a poco. Y la probamos como antes nunca pudimos saborearla.
La muerte nos hace libre, pero sólo libres de nosotros mismos.
La verdad nos hace libre. Pero sólo cuando es absoluta y sin heridas.
La infelicidad nos hace libres. Libres de un camino sin rumbo que éramos capaces de andar en falsedad.
El amor nos hace libres. Porque sólo cuando somos capaces de sentirlo en las entrañas, sólo cuando nos bebemos las lágrimas por necesitarlo. Sólo en ese momento nos sentimos vivos.

Entonces, ¿qué es la libertad? Es nacer. Es estar y saber que se está. Es luchar por el amor. Es luchar por la Patria. Es reírnos hasta la saciedad sin razón premeditada. Sólo porque sí. Ser libres, no es la antítesis de ser esclavos. La esclavitud es impuesta, y no, la libertad no se impone, simplemente…es nuestra desde el momento que deseamos poseerla.

[No sé si le respondo a mi amigo su pregunta…pero si lo llené de dudas, igualmente le respondí]



Hace más de un año escribí Sobre la libertad, pero una mirada diferente. Pase el que quiera.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Despertando

En esos momentos donde te siente simplemente en el principio. Te sientes en ese lugar donde alguna vez te gustó estar. Pero ya no estas. Y ya no puedes hacer nada. Solo quedarte viendo tu vida. Mientras se detiene ante tus ojos. 

Momentos donde no nos toca decidir.
Momentos donde debemos decidir. 
Momentos donde todo ya está decidido. 

Ese momento donde te falta el aire y para tu gran sorpresa sigues vivo. Estas ahí soportando la vida, cargándola y a la vez repensando estrategias para poder salvarla -sin haberla siquiera perdido-.

Momentos de agonías con sentido. 
Momentos de agonías sin sentido. 
Momentos donde todo el sentido está en la agonía. 

Y deseas dejar ese paralelo en el tiempo y que todo siga como si nada hubiera pasado. Entonces descubres que riendo y maquillando una falsa sonrisa todo se arregla. Pero te has mentido ya tantas veces que prefieres llorar desconsoladamente hasta que encuentras consuelo en el fondo. Piso frío, de losetas viejas; las mismas de tu primer hogar. 

Momento donde te encuentras. 
Momento donde te reencuentras. 
Momento donde dejas de llorar. 

Entonces... recobras el sentido. Te levantas, caminas y te sientas a la mesa a beberte un café. Y empiezas un nuevo día con el alma seca, pero viva. Con los pensamientos agotados, pero respirando. Con el corazón cansado, pero palpitando...

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