martes, 17 de agosto de 2010

Te Abrazo

¿De dónde nace un poema? El mismo poeta, dará mil vueltas para responder. Y responderá como yo, con una historia. Una noche de lluvia me quedé dormida y me levanté con los deseos nocturnos más hermosos por decir lo que pensaba. Pero mis manos no querían escribir, pero mi boca quería expresar. Así que tomé mi iPhone y me grabé. Así de simple, sin cortes, sin edición alguna, con la lluvia, con los rayos, con mi voz.

Aquí les presento mi trabajo, que tardé por que mis habilidades técnicas estaban mohosas. No es fácil ser una diosa del Nilo y regresar a este tecno-mundo pretendiendo crear con sus modernismos.


PD: Quienes estén en sus trabajos, utilizen audífonos. Gracias



Versión Youtube (WM users)




Versión Vimeo (QuickTime Users)

Te Abrazo from Cleopatra BD on Vimeo.



No quiero terminar sin antes agradecer a @JC_TheJocker por su ayuda con el audio y algunas de las fotos. Personas con deseos de colaborar son las que deseamos en este mundo. Aunque sea por un proyecto pequeño.


lunes, 2 de agosto de 2010

Llanto de Mujer

Anoche fue una de esas donde mi cabeza no dejaba de pensar y yo deseaba dormir. Así que escribí estas notas sobre la tristeza en el corazón de una mujer. Las damas nos sentiremos identificada. Los caballeros nos entenderán un poco más.

Me hacia falta encontrarme y me entregué a la soledad para ver en ella mi vida en perspectiva. La visión de un mundo donde yo no tome ninguna decisión. Me acordé de tu partida y tu felicidad y me sentí tan poco. Y cuando lo poco perdió todo peso empecé a llorar. Y me vi ceniza confundida con arena.

Y me vi vulnerable a un mundo que yo misma construí. Y busqué mis estrategias más sagaces. Las puse una detrás de las otras pero a lo lejos, escuché tu risa y cada uno de mis soldados se hizo tierra y ceniza conmigo. Y ahí estaba, la niña. La que dejé olvidada con sus trenzas y muñeca de trapo a una orilla de mi corazón. La miré dentro de mi más grande tristeza y vi en ella mi valor de seguir. Recordé en ese instante que las curvas y los pechos que taparon a la niña nunca le robaron la inocencia. Nunca le arrebataron la ilusión del príncipe. Y por un instante la culpé de mi agonía verdadera por cuentos de fantasía. Y me miró. Y en sus pupilas se dibujaron esos sueños de mujer perfecta, de madre perfecta, de amiga perfecta, de amante perfecta. Morí por un instante entre mis dolores olvidados. Por que reconocer la carga que el mundo le va regalando a esa niña, me hizo morir. No soy perfecta. Me como las uñas cuando estoy nerviosa y cuando las ráfagas del miedo me soplan hasta soy capaz de llorar.
Por un momento, desee matar a esa niña y edificar sobre ella un castillo de absoluta fortaleza. Pero ese suicidio me dejaría perdida en una historia sin amor. Me abracé tan fuerte contra ella y solo me puse a llorar con melancolía absoluta. Posó su mano sobre mi cabeza y empezó a tararear una canción de cuna. Y me quedé dormida entre mi arena y mi ceniza. Al despertar, solo tenía las huellas de sus pasos dirigidos hacia mi corazón y las siluetas de sus manos posadas sobre mi frente. Y en las cenizas un verso:

Volví a mi hogar en tu memoria,
Allí dejé mis manos para que te edifiquen.
Pero dejé mi corazón en tu corazón
Para que nunca me olvides.

Ese día nací una vez más de entre las tristezas. Una vez más agradecí al mundo ser una mujer que sueña y que tiene fe en un camino por recorrer.

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