No pasa,
Se queda tiesa tras la ventana mostrando penumbra,
Tras el marco de la puerta llorando penas ajenas.
Se agota en pocas horas y se hace eterna.
No pasa,
No te mira pero te sabe toda,
No te siente pero ta abraza en frío y sombras.
No te habla pero te ensordece.
No te responde, pero te rosa la piel con escalofríos.
No pasa,
Es eterna. Es lúgubre. Es enemiga. Es amiga
Camina tras de ti bajo tu sombra y se sonríe en las orillas de tus precipicios.
Y de tus precipicios se lanza al vacío.
Y desde el vacío, se sigue lamentando con pena.
Y la escuchas.
No pasa.
No existe.
No espera.
No es tuya.
Es de todos y todas. Y todos y todas la esperan. Y en todos y todas se hace nada.
No pasa.
Esperas.
No pasa.
El amanecer se asoma turbio.
No llega.
La noche se ha encerrado en tu alma, o tu alma se ha encerrado en ella.
Cuando no sabes dónde está la puerta,
tu destino no es encontrar la llave,
es crear el escape o morir de pena.